Antecedentes
Como compositor de nueva música experimental y video-arte, doctor en música y profesor universitario, Emilio Mendoza había realizado un número de piezas experimentales con sentido ecológico desde 1977, como Alborada,  Chichiriviche, Choroní, Jungla y Velorio Ritual, Extinción, y videos como Aloha Tacoa (ver detalles de esta evolución en Música & Activismo Ecológico). Pero en el 2005, le impactó un libro escrito por Jared Diamond, Colapso: como sociedades escogen fracasar o sobrevivir (Allen Lane, 2005). Su lectura le hizo reflexionar sobre la obligación directa que tenía como venezolano de contribuir de manera especial por la causa ecológica, ya que como país nos hemos enriquecido con la venta del petróleo en grandes cantidades, contaminando al globo y, además, causando trágicos accidentes industriales y ecológicos.

Toma de Conciencia
Decidió dedicar sus esfuerzos como músico en función del ambiente, como ejecutante de la guitarra y como compositor de arte musical. Para este proyecto, se ubicó en el campo del jazz y de la música pop experimental, ya que paralelo a su profesión como profesor universitario, venía desde 1999 tocando standards de jazz en restaurantes, clubes, festivales, fiestas y bodas, con grupos que iban cambiando de nombre, repertorio y de integrantes como La Comarca, Axis Jazz Project y Tinta China. Poco a poco se fueron incorporando piezas originales en el repertorio junto a otros músicos de San Antonio en el mismo proceso creativo llamado "Jazz de los Altos", como se concretó en el grupo Akurima, con la producción del disco 'Bajo un cielo toronjil'. Por tal razón, decidió canalizar todo el proyecto en el campo de la industria musical más que en campo árido del arte musical. Este sector incluyó el desarrollo de un concepto y sentido, de composiciones, la formación de un grupo como equipo de ejecutantes, asistentes, artistas plásticos y bailarinas asociados, en función de realizar conciertos, grabaciones, discos, videos y venta de merchandise. Se dio preferencia de expresar y crear dentro de este campo de la industria musical más que en el campo del arte musical contemporáneo ubicado principalmente en la academia, a razón de su relativo bajo impacto y baja exposición en la sociedad actual venezolana.

Desarrollo

Ozono Jazz nace en enero de 2005 en San Antonio de los Altos, por la iniciativa de hacer un grupo entre dos viejos amigos, Emilio junto al bajista Humberto Ike Lizardo del grupo legendario con su hermano PTT Lizardo La Misma Gente. La intención fue dedicar la actividad musical a la protección del ambiente. Este género de música se bautizó "música ecológica". Ozono ha mantenido una actividad intensa y creciente de ensayos y conciertos hasta la actualidad, consolidando una banda integrada por los aportes heterogéneos de sus integrantes y por su alto nivel musical y creativo como intérpretes en vivo.

 

Función

Con Ozono Jazz llevamos a cabo activismo ecológico a través de nuestra música, especialmente para proteger el Sonido de la Tierra así como denunciar las “tragedias negras” de la industria petrolera. Realizamos donaciones en dinero y promoción a organizaciones que ayudan al cuidado del ambiente. Ozono principalmente recauda fondos a través de sus actividades musicales y ventas de materiales de promoción para hacer donaciones a sociedades ecológicas de Venezuela. En sus presentaciones fomenta la consciencia del silencio, reciclaje, ahorro, respeto, de la generosidad y el cuidado del entorno de un país tan hermoso como es Venezuela, que estamos destruyendo. A diferencia de la función característica de la industria musical en su objetivo de producir lucro y fama tanto para los artistas como para los productores y dueños, Ozono optó por utilizar este sector de nuestra sociedad de consumo para colaborar con agrupaciones ecológicas que tienen muy poco apoyo financiero en el país. Se ha concentrado desde el 2012 en proteger el Sonido de la Tierra al tratar de reducir el ruido humano que afecta nuestro entorno sonoro a través de la campaña "Playas sin Bulla", y desde el 27 de abril, 2016, Día Mundial del Ruido, en lograr la enmienda de nuestra Constitución (1999) para incluir en el Artículo 127 la protección del entorno sonoro natural, que lamentablemente fue omitido. Para más detalles, ver más abajo.

¿Música Verde?

Los temas musicales del primer disco NATURA fueron concebidos para expresar los pequeños y grandes elementos de la vida en nuestro planeta: el sol, la inmensidad del silencio y oscuridad del universo, el espacio, aire y nubes, el viento, agua, fuego y energía, la tierra, los seres y su progreso, la vida y el tiempo eterno. Coincide esta serie de elementos con la alabanza a la naturaleza y a su Creador expresada en "El Cántico de las Criaturas" por San Francisco de Asís, escrito en 1225. Ozono concluyó al final del 2019 su tercer disco Guarapiche Blues. Ozono Jazz realiza presentaciones musicales en vivo, que pueden incluir a un artista visual, así como bailarinas de danza contemporánea.

 

Estilo

Su música fusiona expresiones sonoras tan diversas como la música africana occidental, música del Norte de la India, rock, jazz y especialmente el folklore venezolano en la utilización del joropo dentro de un contexto urbano y mestizo: el joroponovo. Incluye instrumentos indígenas de Venezuela, un tablã y un sitar de la India. El resultado original es fruto de un trabajo meticuloso de composición, con variedad en el mestizaje de estilos, técnicas y ámbitos de la música, con la creación y dirección de Emilio Mendoza, galardonado con el Premio Internacional de Composición Gaudeamus de los Países Bajos y el Premio Nacional de Composición en Venezuela, entre otros.

 

Su estilo musical se basa en la guitarra clásica como voz principal en las composiciones, una evolución del legado tan importante que nos dejó Antonio Lauro, con la incorporación novedosa de la técnica del "jalao" proveniente del joropo de la Bandola Llanera de Barinas. Se le añade un toque de rock-folk al incluir la guitarra de metal de 12 cuerdas en sustitución del Cuatro, en manos del guitarrista y cantautor Juan Lizardo, en el 2019 sustituido por Pedro Ceu, debido a que Juan emigró a la República Dominicana. Tres músicos profesionales del más alto nivel en la escena nacional completan la agrupación con el instrumental "moderno": El saxofón de Francisco Issa, Manuel Churión en el bajo eléctrico y la batería de Ómer Pérez. Otro crossover se logra entre los ambientes de música clásica y pop al incluir a la soprano lírica, Marcy Durán, con una belleza extraordinaria de timbre vocal. El espíritu venezolano de Ozono, con esta proposición del “joroponovo”, es consolidada a través del virtuoso de las maracas, el antropólogo y especialista en música indígena, Dr. Lizardo Domínguez.